miércoles, 30 de abril de 2014

La mulata que se fugaba (Buenos Aires, 1810)


Otra perlita del facebook del Archivo General de la Nación:

Reclamo de Juan Ramón Balcarce al pulpero Sebastián Riera por devolución de una mulata fugada de su propiedad. Buenos Aires 19 de febrero de 1810.
Documentos escritos. Sala IX 23-8-1.

Transcripción:

"Excelentísimo Señor
Don Juan Ramón Balcarce Sargento Mayor del Escuadrón de Húsares del Rey, ante la acreditada justificación de V.E. en el mejor modo y forma que haya lugar me presento y digo que según consta del documento simple que con la solemnidad debida presento y juro (dado en ínterin con las formalidades respectivas se otorgaba satisfechos los dichos, al público que corresponde). Don Bruno Regual vendió una mulata a mi padre político Don Antonio García, que compró para mi consorte y su legítima hija Doña Trinidad García, sin vicios conocidos más que ser divertida con los hombres.
A los tres meses de estar en mi poder, la noche del miércoles próximo pasado, hallé que se había fugado escalando las paredes, y con este motivo indagando su paradero por sospechosos indicios de un pulpero inmediato, que habita la esquina de Don Juan González, nombrado Don Sebastián, me acerqué a él y no obstante manifestarle que se había fugado la mulata ninguna razón me dio, pero a poco tiempo vino a mi casa trayéndome un atado de ropa, el cual me expuso le había dejado dicha criada tres días antes.
Con este motivo se aumentaron mis sospechas, cierto de ser falsa su exposición, a causa de que hacía cuatro días que no salía de casa, y de que unas sábanas que me trajo había dormido la noche antes la criada en ellas, que habiendo esta parecido, careada ante el Señor Sargento Mayor de la Plaza con dicho pulpero le convenció de haberle prestado auxilio, y aún algo más de haberle franqueado la escalera para que escalase la azotea con otros particulares cuya verdad se dudaría en mí como parte, pero V.E. quedará bien satisfecho de ella con el informe y relación que le haga el Señor Mayor de la Plaza, comunicando por V.E. para el esclarecimiento y averiguación de este hecho.
Disgustada mi consorte con los procedimientos de la criada trataba de venderla, y había para ello dado orden al corredor José Lino, que al día siguiente de su fuga vino por ella respecto a tenerla vendida en la suma de cuatrocientos pesos, lo que no hubo efecto, ni lo hubiera tenido la fuga, sin el auxilio del pulpero, perdiendo por esta razón una venta ventajosa, bien que no la desmerece el servicio de la criada.
Por estas consideraciones sin perjuicio de las acciones que me competan contra el vendedor, me veo en la necesidad de ocurrir a la acreditada justificación de V.E. a fin de que con lo que exponga el Señor Sargento Mayor de la Plaza, justamente con lo que haya referido el corredor nombrado, se sirva V.E. mandar que el pulpero reciba la criada entregando los cuatrocientos pesos en que estaba vendida, imponiéndole además las penas y apercibimientos que se estimen convenientes por encubridor y auxiliador de la criada en su fuga, pues sólo él es causante de ella, y de la venta perdida, sobre todo lo que…
A V.E. pido y suplico provea y mande según dejo expuesto y para ello (…).
Excelentísimo Señor
Juan Ramón Balcarce  "