viernes, 13 de diciembre de 2013

El jazz y la conciencia negra


Sobre "Black Music: Free Jazz y Conciencia Negra  1959-1967" de Amiri Baraka (Leroi Jones) *
Por Berenice Corti

No se trata éste de un libro de jazz. O al menos, no sólo de jazz.
No, no es exactamente así.
Intentemos nuevamente: este es un libro sobre el jazz, y del período de transición que el autor, un intelectual y poeta negro de New York, describe como de surgimiento, formación y desarrollo de una nueva corriente musical. En la denominación que obtuvo esta música, New Thing o Free Music, subyace además la pretensión política y estética de hundir una cuña para escindirla del más de medio siglo de jazz regulado por el contexto norteamericano blanco.
El manifiesto que abre el libro, “El Jazz y la crítica blanca”, es un ensayo ya conocido por el público de habla hispana. A partir de su frase inicial “La mayoría de los críticos de jazz han sido americanos blancos, mientras que los músicos más importantes no” desnuda una verdad que requiere de una minuciosa deconstrucción: todo lo que hemos leído hasta ahora sobre el jazz, sus cronologías, sus historias y las críticas, han sido mayoritariamente escritos por hombres blancos –y poderosos-. Se trata de un hecho tan obvio y naturalizado, sobre todo, en el contexto argentino, que nos ha impedido acceder a gran parte del mundo del cual el jazz fue y es uno de sus exponentes.


Es así que los relatos de Baraka sobre el circuito de clubes de jazz, los discos, los conciertos, y la figura de los artistas, dan cuenta de otra manera de leer y escuchar esta música desde el núcleo mismo de la cultura afroamericana, en el marco de su sojuzgamiento histórico por parte de la sociedad estadounidense. Por cierto, algunos de los recursos que utiliza el autor para describir la música son ciertamente distintos a los de la visión euroccidental. Nos sirven, por un lado, de traducción “nativa” -como dirían los antropólogos- de esa usina cultural, pero también como vía de acceso a un sistema de pensamiento sobre/en la música que aún desconocemos demasiado, incluso también los que amamos esta música con pasión. Por ejemplo: “en el hermoso vaivén del sonido de la energía del espíritu negro, el sótano entero estaba poseído y animado. Las cosas volaban por los aires” (en referencia a un concierto de Pharoah Sanders, p. 137); o, refiriéndose al saxofonista Archie Shepp: “Es consciente de la responsabilidad social del artista negro que, por más secreta que se mantenga, ayuda a que se conserve la postura estética también” (p. 147).



También podríamos preguntarnos por las implicancias de leer a Amiri Baraka –tal es el nombre que adoptó LeRoi Jones al convertirse al Islam tras la muerte de Malcom X- en Buenos Aires y medio siglo después de haberse escrito, donde existe una activa escena de jazz y también de grandes cultores del free jazz. Las razones para su edición, aquí y ahora, resultan inescrutables, pero sí podemos pensar qué podemos hacer nosotros con este libro. En tal caso, Baraka mismo nos propone una manera de acercarnos a la música, ese “regalo maravilloso” que le da el título a la obra, y que nos “ha sido dada, con gentileza, a la luz de esa opresión”. Que haya “grandes” músicos de jazz blancos, afirma, se debe a su entendimiento y compromiso con “la música de los negros”. Este libro es un camino posible, de aprendizaje, para eso.

*Caja Negra editores, Buenos Aires, 2013

Berenice Corti es investigadora del Instituto de Investigación en Etnomusicología de la Ciudad de Buenos Aires