domingo, 19 de febrero de 2012

"Carnaval Rioplatense" - según Caras y Caretas


La revista Caras y Caretas que está en los kioscos actualmente trae una nota de tapa titulada "El Candombe Nacional: Historia del Carnaval Rioplatense". 
Pese a lo que la ilustración y el título sugieren, sobre candombe hay poco, y nacional, menos aún. 

 Arriba, a la derecha, foto de un baile de carnaval organizado por el Shimmy Club en la Casa Suiza

¿Habrá que creerles a los uruguayos que afirman que cuando los argentinos llamamos a algo "rioplatense" es porque estamos tratando de "afanarlo"?
En este caso, y pensando mal -como siempre-, el tratamiento conjunto del carnaval porteño y montevideano (con referencias también al de Gualeguaychú) en una misma nota sugiere que la festividad local no reúne el interés suficiente para un público "ilustrado" de clase media y hay que recurrir al de la Banda Oriental del Plata para justificarla.


En mi caso, reconozco que soy guilty as charged. Las murgas montevideanas despiertan mi interés de una manera que las locales aún no han podido. Y el candombe de origen uruguayo (ya sea ejecutado allá, o mejor, en Buenos Aires) tiene sin duda un lugar importante en este blog. No soy el único, a juzgar por el éxito de las murgas uruguayas cuando vienen aquí  a presentarse en teatros -ante un público que excede a los inmigrantes orientales en nuestra ciudad. Difícilmente una murga local se presente en el ND/Ateneo, como lo ha hecho la Falta y Resto, por dar sólo un ejemplo.


¿No hubiera sido mejor (y más difícil, claro) hacer dos notas, una sobre el carnaval local y otra sobre el montevideano? Es verdad que todavía nos faltan (más) estudios históricos sobre el carnaval nacional. No es que no haya algunos trabajos, y muy buenos, pero como para el caso de la cultura popular en general, necesitamos todavía más y, especialmente, que sean publicados en libros que excedan el circuito académico más restringido.


La nota tiene un carácter algo general -quien tenga alguna idea del tema difícilmente encuentre algo nuevo- y dedica bastante más atención al carnaval montevideano que al porteño -de ahí que el título de la portada resulte algo engañoso. Hay testimonios de varios directores de murgas, y notas de opinión de Pablo Alabarces, Daniel Schávelzon, Dora Barrancos, Raúl Castro (de Falta y Resto) y Teresa Parodi. La inexplicable ausencia de la antropóloga Alicia Martín, nuestra mayor especialista en murgas argentinas, delata la -digamos- indiferencia hacia la producción carnavalera local.


Desde el punto de vista de este blog, no puedo dejar de destacar la interesante presencia de la cultura afro en la nota. Desde la columna de Schávelzon, que en su título señala que "el carnaval es negro" hasta las numerosas fotos y dibujos de candomberos. 


Mayormente uruguayos, claro, pero hay dos excepciones interesantes: la foto de los bailes de carnaval en el Shimmy Club y, sobre todo, la espléndida tapa de Caras y Caretas de 1908 que muestra a un integrante afro-argentino de una comparsa local. Sus rasgos son algo simiescos,  en concordancia con el tipo de ilustración caricaturesca de las portadas de C&C, y para este caso, probablemente también racista, pero no deja de ser un formidable testimonio de la presencia negra en esta fiesta. 

7 comentarios:

Fernando dijo...

Que tipo jodido este Pigña! Ya no es x el candombe, ahora vamos por todo el paisito:S
Con ese titulo (y su subtitulo) Felipe, el historiador, nos enseña que todo lo rioplatense es nacional! Efectivamente Ale, para los responsables de esta nota el carnaval porteño no reune el interes suficiente como para convencer al publico ilustrado que ahora si apriete el pomo y lo mire desde atras de la valla, porque este año el gob. nacional baja todo el chow en la 9 de Julio (¡con batucadas ¿africanas? de Bahia incluidas!) Creo que es un gran precedente el aporte oficial al carnaval y a la visibilidad afro, y que puede dar frutos inesperados en poco tiempo. Pero no deja de ser circo a gran escala (sin pan para los artistas locales, y en epoca de fuertes choques con el pueblo, represion mediante) y una conocida forma de dominacion de las manifestaciones populares, la institucionalizacion! Muy buen ejemplo es oh, casualmente... el carnaval uruguayo, que paso de festejo autónomo en cada barrio a show turistico mal rentado. El candombe en la llamadas es un buen ejemplo del intercambio: Gano aceptacion, espacios de expresion y algo de poder. Pero se pierde la naturalidad de la manifestacion, el contacto directo con la gente y el barrio, el espiritu liberador del carnaval donde realmente se pueda hacer y decir lo que uno siente sin miedo a que te resten puntos y quedes afuera de la tabla clasificatoria. Se pierde libertad me parece.. Y si bien los tiempos cambian y todo se moderniza, acierta Schavelson cuando habla de la negritud de nuestro carnaval (su lugarcito en la nota es seguramente el aporte mas interesante a la misma) y el horror que causa en los amos que la negrada se desborde..

Alejandro Frigerio dijo...

Si señor, comparto todo lo que usted dice. Principalmente, el problema visibilización + apoyo = Circo. Espectacularización = muchas cosas malas. ¿Se puede salir de eso? Al menos todavia no hicieron un candombrónomo para las Llamadas... Por todo eso es necesario un ejercicio CONCIENTE de la cultura, para que el Estado y los intereses comerciales no lleven las cosas para el lado equivocado..Por eso ademas de tocar y bailar muy bien hay que tener una cabeza igualmente entrenada...

Anónimo dijo...

Alexander:
¿El carnaval es negro? ¿O el negro aprovechó el espacio del carnaval para manifestarse?
Alguna vez quisiera leer alguien que defienda la negritud de los toques de la murga porteña en términos de transcripción y teoría musical. ¿Dónde está la clave implícita? Esos bombos en negras y para peor cansinos ¿en qué se parecen a una música afroamericana? En cuestión de tambores, el negro urge, el blanco rallenta.
¿Y los pasos de baile y las vestimentas? Que alguien demuestre:
- En la patadita al aire vemos una clara reminiscencia de las danzas propiciatorias de la tribu umba-lumba. ¡¡¡Andá!!!

Y dale con KW.

Fernando dijo...

Esos bombos en negras y cancinos van en funcion de la danza, la principal forma de expresion en la murga porteña. Otras bases ritmicas que hoy tocan las murgas estan fuertemente influenciadas por otros ritmos afroamericanos como el samba brasilero, pero tambien conserva otros dos momentos unicos en la musica afroamericana, la rumba y la matanza! El primero es una milonga
con todos los golpes abiertos y sin pausas que los murgueros utilizan para entrar a la matanza, este ultimo es una conversacion en la cual los bombos y silvatos (ahora tambien redoblantes y repiques) se llaman y responden tres veces seguidas y en la cuarta vuelta rematan una frase mas corta al unisono.
Muchas de las caracteristicas musicales de los ritmos murgueros se pueden facilmente asociar a diferentes ritmos afroamericanos, pero sin dudas esta mucho mas cercano a la milonga que a cualquier otro. Lo que si no es facil, es asociarlo a algun tipo de musica de origen mas occidental.. La patadita al aire y algunos pasos murgueros son parecidos a la danza de los caporales y morenadas bolivianos. Se dice que despues de sentirse humillados por ver a los clases dominantes imitando y burlando a los candomberxs (betun mediante) en epocas en que la prole europea se codeaba con la negrada, aparecen variadas agrupaciones de caracter humoristico musical. Una de ellas "Los Tenorios del Plata" (en su mayoria afrodescendientes) se visten como ellos cantan como ellos y actuan como ellos parodiando a las clases dominantes con cierto aire de revancha. Tal vez ese ritmo cancino se burle de la imitacion que hacian los blancos de los candombes y les permita parodiar con mas gracia el pasito atildado de los cajetudos al andar.

Alejandro Frigerio dijo...

KW: un buen y complicado tema. La búsqueda de rasgos africanos o de africanismos en las culturas afroamericanas está un poco demodé en la academia actualmente. Por lo díficil, algunos dicen por lo inútil, y por los abusos a los que ha llevado, de los cuales tenemos bastantes ejemplos locales. Los criterios a utilizar son poco confiables, y pocas veces confirmables, y el resultado depende más de cómo se construye un determinado consenso alrededor de una versión que de la "realidad" de la misma. Personalmente, no creo que sea una empresa a descartar, especialmente en países donde la presencia negra fue invisibilizada, pero sí reconozco que es muuuy complicada y puede llevar a que se digan y escriban una cantidad de sandeces. Sobre la murga recomendaría la lectura del artículo de Alicia Martín que está en Temas de Patrimonio Cultural 16 -online- donde muestra cómo, por un lado, hay una influencia "real" de afroargentinos en el baile de una murga que después parece haber sido copiada por otros, y a la vez hay relatos mitificadores o tradicionalizantes que buscan la explicación de determinados pasos en la condición de los esclavizados de antaño. De acuerdo a cómo examino las cosas, puedo creer que hubo influencias vienen desde el tiempo de la esclavitud o que son mucho más cercanas en el tiempo. O que no las hubo. Es un tema interesante y necesario, pese a todo....

Anónimo dijo...

Alejandro y Fernando:

Leí con atención los comentarios posteriores a mi intervención y me agrada que hayan considerado que merecía respuesta.
Estoy tratando de formular un nuevo comentario pero tengo poco tiempo disponible y se me dificulta hilar un mensaje sintético por la cantidad de ideas que se me dispararon, sobre todo después de haber leído el trabajo de Alicia Martín (gracias por el dato).

Si es de su interés, particularmente Fernando, estén atentos a un futuro mensaje.

Les pido disculpas porque Uds. estaban hablando de otra cosa y yo salí con otra tema. Por otra parte, para mantener el nivel del intercambio, retiro las expresiones irónicas y descalifictorias (¡andá!) que no iban dirigidas a Fernando sino son consecuencia del fastidio que me producen los "murgólogos", "negrólogos" y "todólogos".

Volviendo al trabajo de Alicia Martín, fue doblemente grato por la temática y por ser motivo de lectura en el almuerzo de los domingos en casa de mis padres, vecinos de Coghlan/Saavedra de toda la vida. La zona que va de la estación Goghlan al recodo de Congreso y las vías del Mitre fue escenario de mis vagabundeos de adolescente solitario (¡Grande KW! ¡Qué pluma encendida! ¡Te pasaste!).

Última:

Después de releer detenidamente por su cuenta, mi viejo me dijo: -Che ¿vos lo conocés a ese Frigerio? Seguro que debe ser afro.
(Jarajajaija)

Ahí mismo me despachó la siguiente anécdota:

Hubo un funcionario del primer gobierno de Perón de apellido Frigerio y afrodescendiente (¿lo sabías?), estando Josephine Baker de gira por esta zona de América, en cada país al que llegaba indagaba por la actividades que realizaban los gobiernos en bien de las comunidades de afrodescendientes. Lo mismo hizo aquí con este funcionario, ante la insistencia de la mujer, cansado, Frigerio le respondió: -Mire señora, acá los únicos negros que hay, somos Ud. y yo.

Anécdota al fin, sin non e vero e ben trovato.

KW.

Alejandro Frigerio dijo...

E casi vero... El funcionario se llamaba, en realidad,Ramón Carrillo y era el ministro de salud. Fijate en http://books.google.com.ar/books?id=WIgkpDhUZzgC&pg=PA108&lpg=PA108&dq=josephine+baker+y+carrillo&source=bl&ots=gh0iksPxF8&sig=h1gboMiFboyK3Q0_MVzGdE83fJQ&hl=es&sa=X&ei=081LT_rpEOfV0QGfzvW0Dg&redir_esc=y#v
en la pagina 108.
O sino si buscas Josephine Baker y Ramón Carrillo seguro que aparece...
Abrazo!!