miércoles, 26 de octubre de 2011

Ser "mulato"

Foto: diario Clarín 24/10/11

La visita de la ya legendaria cantante cubana Omara Portuondo a la Argentina motivó la aparición de varios reportajes en los diarios locales. Del que le hicieron en el diario La Nación, me llamó mucho la atención la frase: 
"Porque yo soy mulata, la mezcla de España y Africa." 
Se ve que a los periodistas o editores del diario también -aunque supongo que por distintos motivos- ya que con la segunda parte titularon la nota.

Últimamente veo con algo de aprensión (no soy el único) que los discursos racializantes aumentan, tanto desde cierto rincón de la “academia” como desde el activismo politico y cultural afro, superando en mucho un  “esencialismo estratégico”  -como lo entiendo, la utilización o aceptación de una postura esencialista de las identidades como forma de permitir una intervención en lo social- . 
Nos estamos acercando demasiado a posturas racialistas antiguas, sólo que ahora con una valoración positiva de cierta (supuesta) conexión entre biología, psicología, cultura y moral. Lo que la condición "biológica" de “negro” supuestamente conllevaba en estas otras dimensiones antes era execrado y ahora es valorado.
 Resumiendo, esta posición podría ser del tipo “Mi pertenencia biológica a una raza X me hace ser de tal manera” o inevitablemente “tener tal tipo de cultura”. O conectando todo, “Porque soy (de tal grupo racial) soy así y para ser realmente yo tengo que tener tal tipo de cultura”. Como si demandáramos que todos los porteños tuvieran que ser eximios tangueros, sólo escuchar tango, o exclusivamente pudieran realizarse (personal, psicológicamente, moralmente) a través de la escucha o práctica del tango.
Volviendo a la frase de Omara, supongo que buena parte de los lectores de este blog sabrán –y aún así, es bueno reconfirmarlo- que no se es “mulato” (ni "blanco", ni "negro") sino dentro de una determinado orden de clasificación racial –que es arbitrario, cambia de país en país, y aún en cada momento histórico- . La persona que es clasificada como  “mulata” en Salvador, Brasil, será “blanca” en República Dominicana, o “negra” en Sao Paulo o Buenos Aires. No hay una condición esencial del “ser mulato”, ni es una palabra que haga sentido en todas las sociedades.
Mucho menos, la “mulatez” “biológica” (tener un progenitor fenotípicamente más claro y otro más oscuro) implica necesariamente un cruce cultural. Para el caso de Omara, la herencia cultural española y africana (que también son difíciles de definir y distinguir) le corresponde casi por igual a cualquier cubano de cualquier condición fenotípica –influyendo más la clase o el lugar geográfico de nacimiento en su mayor o menor conocimiento de una u otra vertiente cultural que el color de su piel.
Intentemos no atrasar cien años....