lunes, 6 de septiembre de 2010

Los límites del multiculturalismo

Ayer, como muchos sabrán, se festejó el Dia del Inmigrante frente al Planetario, con la realizacióin de la feria de las colectividades. Distintos grupos folklóricos o musicales se presentaban en un escenario, mientras que en numerosos puestos se podían saborear comidas típicas. Tanto Clarín como La Nación dan cuenta del evento -supongo que también otros diarios, pero éstos son los que miré.
Un repaso de La Nación de hoy resulta particularmente interesante para comprender los límites de esta política multiculturalista "light" como alguna vez la definió la antropóloga Mónica Lacarrieu. Según mi comprensión de su argumento -que utilicé en varios trabajos- sería light porque se limitaría principalmente a la exhibición, en determinados momentos y lugares "autorizados", de la cultura de los distintos grupos migrantes, principalmente para su mercantilización y consumo por parte de sectores medios, sin mayor preocupación por la situación social de los individuos reales cuya cultura está siendo representada.

La cobertura de la festividad en La Nación (primera imagen), señala que:
"...más de 30.000 personas gozaron del baile y la música que regalaron 80 conjuntos de 60 colectividades con casi 1200 artistas en el parque Tres de Febrero, a la altura de la explanada del Planetario, en ocasión de un megafestival organizado por el gobierno porteño para festejar el Día del Inmigrante.
La fiesta de las colectividades, que se desarrolló desde las 11 hasta las 17, cerró a pura emoción con tango y folklore. En ella bailaron unas 60 parejas -cada bailarín de una colectividad diferente- y se entonó el Himno Nacional bajo una nube de papeles de colores que daban vida al mosaico.
"El festejo tuvo tres ejes: recordar a nuestros mayores y su esfuerzo; pensar qué somos hoy y en el valor de la diversidad, y honrar el sueño que tuvieron los inmigrantes de construir un país de paz y prosperidad", dijo a LA NACION el director general de Relaciones Institucionales del gobierno porteño, Claudio Avruj. "
Para los propósitos de este blog, salta a la vista -como argumentamos para los festejos del Bicentenario- que esta manera de celebrar la diversidad de la ciudad ("qué somos hoy" y cuáles son "nuestros mayores", según Avruj) deja fuera a los afrodescendientes y a los pueblos originarios.


Por otro lado, como muestran las imágenes 2 y 3 de esta entrada, la tapa del diario La Nación en que se reseñó (en una nota en la última página) esta festividad, junto con una "fiesta judía en el Soho", revela, en un artículo mucho mayor, la preocupación por que los extranjeros sean "mayoría en las villas y los planes sociales porteños" y relaciona este hecho con la "marginalidad en aumento".
O sea, los mismo peruanos, bolivianos y paraguayos que muestran "su cultura" en un contexto autorizado y celebrado son motivo de recelo por su presencia mayoritaria en las villas.
Hasta el momento en que escribo esta entrada, la nota sobre la presencia mayoritaria de extranjeros en las villlas había producido 1717 comentarios... imaginen de qué tenor...
Fuente diario La Nación:
(festejos) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301810
(villas) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301797
(comentarios de lectores) http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1301797#lectores