viernes, 9 de abril de 2010

Foro Afro del INADI en la revista Uno Mismo

Esta nota sobre los miembros del Foro de Afrodescendientes del INADI (ex, en el caso de Celestin que ya no forma parte del mismo) no es nueva, pero se me había pasado -en mi intento de registrar lo máximo posible los discursos sociales al respecto.
Quienes sigan el blog saben que he manifestado varias veces mi desacuerdo con las políticas del INADI pero sin duda es interesante escuchar las voces de los miembros del Foro.
Me gustaron, además, las fotos, bien alejadas de las que solemos ver..
Agradezco a Diego Ramos por dejarme reproducir esta entrada de su blog, y lo recomiendo, tiene varias notas sobre cultura afroamericana (dire abajo).


Alma africana
El Foro de Afrodescencientes y Africanos del Inadi busca dar visibilidad a nuestra cultura negra.
Por Diego Oscar Ramos (texto e imágenes)
Publicado en la revista Uno Mismo - Abril 09
Como para llenar un vacío de muchos años, vivimos tiempos donde se empieza a reconocer abiertamente la herencia de africanidad de nuestra historia. Y se da justo en un momento donde crecen también las migraciones de países africanos, lo que plantea un paso más en el dibujo constante de nuestra identidad. En este contexto se creó en octubre de 2006 el Foro de Afrodescendientes y Africanos en la Argentina, una entidad dependiente del Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi). El fin es promover el pluralismo social y cultural, además de la lucha contra la discriminación de esta población específica. Según datos de un censo piloto también del 2006, realizado en el barrio porteño de Monserrat y en la localidad santafecina de Santa Rosa de Lima, el 5% de la población sabe que tiene antepasados de origen negro africano y un 20% considera que podría tenerlos. Estos números daban respaldo a un estudio del Centro de Genética de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires que indicaba que un 4,3 % de habitantes de la capital y el conurbano bonaerense tiene marcadores genéticos africanos.
“Tengo la sensación de que, de a poquito, es la primera vez que estamos saliendo a la luz, nosotros, los desconocidos de siempre, los que según la historia desaparecimos con las guerras o la fiebre amarilla, pero no es así”, asegura Elida Obellia, miembro del Consejo Asesor del Inadi para estos temas y presidenta de la Federación de Organizaciones Afro. Aporta entonces datos complementarios, de un censo de 2005 realizado en conjunto por el Indec, la UBA y el Banco Mundial, que indican que hay 2 millones de afrodescendientes en zonas como San Telmo, Matanza y Santa Fe. Los datos, de todos modos, acaban siendo relativos, comenta Obellia y asegura: “No sabemos cuántos somos realmente, porque somos mestizos y lo afro ya trasciende la piel, lo ves los rasgos de la gente, en la boca bembona, la nariz chata y los rulos, en el cuerpo, alcanza con salir a la calle para ver cuánto de negro tiene este país”·
Los registros más tradicionales de nuestra historia afirmaban que la población negra en Argentina disminuyó desde comienzos del siglo XIX hasta prácticamente desaparecer. Lo que junto a las políticas inmigratorias de la década del 80 del siglo XIX, cuando se comenzó a incentivar la llegada masiva de población europea, hizo que la presencia afroargentina pareciese casi nula. Y se han reclasificado situaciones como la participación masiva de negros en la guerra contra Paraguay y el ataque fatal de la fiebre amarilla sobre regiones más pobres donde estaba instalada el nudo de comunidades afro, dándose lecturas históricas que dicen que en esto pudo haber existido una política de exterminio masivo. Frente a estas zonas de nuestra historia, el Foro se plantea como posible portador de un recambio energético de esa potencia negadora. “Después de tantos años de estar escondidos es la primera vez que se logra que el Ministerio de Educación apruebe la implementación en los libros de texto escolares de la inclusión de nuestra historia afro, ya se firmaron acuerdos con el 70 por ciento de las editoriales”, comenta con entusiasmo la representante del Foro y agrega: “Las nuevas generaciones van a saber que existimos”. En su caso, este trabajo la llevó a viajar a Angola, donde hasta encontró una mujer de enorme similitud física y fisonómica, lo que le dio pistas de su origen ancestral, algo que nunca había podido rastrear con certeza.
Este tipo de búsquedas ligadas a la identidad profunda pueden divisarse al asistir a reuniones del Foro, donde participan desde descendientes directos de africanos a personas que profesan religiones de base africana, más allá del color de su piel. También lo conforman inmigrantes de países de reconocida presencia negra como Brasil a hombres nacidos en naciones africanas. Esta diversidad hace también que las discusiones posean un espectro amplio en búsquedas y propuestas, lo que parecería lógico si se quiere hacer un trabajo que contemple la africanidad argentina en sus rasgos más vitales y no sólo en lo más obvio.
Ir más allá
Es en ese sentido que Nengumbi Celestin Sukama, nacido en la República Democrática del Congo hace 50 años y llegado al país en 1995, tiene intenciones firmes de ir a lo profundo con la erradicación de la discriminación y el racismo. Actualmente está a cargo en el Foro de un censo para los nuevos migrantes africanos. Por haber vivido la discriminación laboral, siendo desocupado por años aún con título de Contador y dominando varios idiomas, es que Sukama evalúa con cautela lo conseguido. “Obviamente que es importante, porque se está hablando de la temática afro desde un espacio institucional”, comenta y dice que para que se llegue a fondo hay que convertirlo en parte de la misma cultura. Por eso es que considera que no hay que quedarse sólo en el rescate de lo folclórico. “Los afro sabemos bailar, es el lugar que se nos ha dado históricamente, pero hay que escalar un poco, porque la capacidad del ser humano no depende de la piel, el cerebro no tiene color”, sentencia el miembro del Foro y repite que quiere mucho más que conseguir libertad de expresión cultural o religiosa. Así aporta que es necesario que todos los políticos incorporen el tema del racismo en sus discursos. Eso como primer paso, porque lo que siente que cambiará las cosas está en el plano de la acción y la presencia. “Tiene que haber un secretario afro, un viceministro, alguien en Cancillería, en el Gabinete, en la Presidencia, en las direcciones de las empresas”, dice el miembro del Foro y agrega que también las ficciones televisivas deberían ubicar a personas afro en ese tipo de roles. Eso complementaría un trabajo que hasta ahora se ha enmarcado básicamente en lo cultural y religioso, un proceso que incluyó desde conferencias, seminarios y espectáculos estético religiosos. En un 2009 que ya va anunciando como pleno de actividades en sintonía con el objetivo de reunir entre sí a los afrodescendientes y a los africanos que aquí vivan, es que Sukama concluye: “Empezar a ver estas actividades es revitalizar la historia de los negros en Argentina, todo esto es un signo positivo, pero hay que ir más allá”.

Tres etapas
“Existen investigaciones en diversos países americanos que, basadas en el hallazgo de objetos precolombinos con figuras de rasgos negros bien definidos, sostienen la teoría de la llegada de africanos al continente antes de los españoles. Sin embargo, la conformación de la comunidad negra argentina se desarrolla en tres momentos históricos”, se indica en un texto del Decreto 1086/2005 titulado "Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación". Allí se indica que “el primer momento comienza en el siglo XVI y se consolida en los siglos XVII y XVIII con la trata de africanos esclavizados destinados a servir de mano de obra de los colonos europeos en América”. Luego se explica que el segundo “comienza a fines del siglo XIX, se extiende hasta mediados del XX y corresponde a las inmigraciones provenientes de la islas de Cabo Verde, que llegaron en busca de mejores condiciones de vida que las impuestas por la administración colonial portuguesa”. El tercer momento, prosigue el documento, “ocurre sobre todo a partir de la década de 1990. Sus causas son principalmente económicas aunque se combina a temores de persecución política. En este momento llegaron al país migrantes de Senegal, Nigeria, Mali, Sierra Leona, Liberia, Ghana y Congo”. Finalmente, se aduce que en esa misma etapa arribaron al país otros afrodescendientes desde países latinoamericanos como Perú, Brasil, Cuba, Colombia, República Dominicana, Ecuador y Honduras.


Fuente de la nota: blog del autor:
Agradezco a Eva Lamborghini por el dato