miércoles, 27 de enero de 2010

La percusión... fashion (?) (3)

Comentario de Alejandro Frigerio:
Siguiendo con las elucubraciones: hace un tiempo sostuve que, pese a todo lo que se logró en el mundo percusivo local, en mi opinión hay, todavía, un déficit de cadencia. Esto se relaciona con otra carencia local, que es en la danza. Pese a que hay una gran cantidad de gente enseñando distintos tipos de danza afro, y muy bien, y con buen@s alumn@s, cuando uno va a espectáculos de percusión, se ve que el público no sabe danzar al ritmo de ciertos tambores, o “de la manera” en que determinados géneros musicales lo exigen. No hice esta relación antes, pero me parece que uno de los motivos por los cuales algunos (ojo, chicos, no todos) percusionistas se apuran demasiado en los ritmos es que a) ellos mismos no saben bailarlos y b) hay poca gente bailando adecuadamente cuando lo hacen.
Resultado: es difícil ver, salvo en shows preparados, una buena interacción danza-tambor, que es uno de los elementos fundamentales –aunque no siempre fácil de lograr- en ambas artes. La gente tiene que hacer pogo porque a) está en la cultural juvenil, claro, b) probablemente no sepa bailar “adecuadamente” el ritmo que escucha y c) ese ritmo está acelerado. Si el tamborero supiera bailarlo se daría cuenta él –aún tocando- de que está muy rápido para poder hacerlo.
Personalmente, creo que el género donde mejor se ve gente danzando al ritmo de tambores (fuera de clases de baile) es en el candombe. Se nota la diferencia con respecto a hace unos años, cuando en las llamadas de días feriados eran mayormente afrouruguayas las que sabían/podían bailarlo adecuadamente.
En el caso de la Bomba de Tiempo, como no tocan ningún género en particular, sino varios o creaciones/improvisaciones-direcciones propias esta limitación no aparece –o si lo hace, lo hace de manera diferente. Por un lado, creo que el “secreto” está en que el “evento” Bomba de Tiempo supera la interacción baile-tambor y por ende la propia intención de los músicos de lograrla. Una de las últimas veces que fui, cuando el evento ya se había tornado masivo, lo que habían eran centenas de personas moviéndose de distintas maneras, que ni sé si respondían (o en qué medida) a los estímulos percusivos. Era una rave percusiva, y el evento era la rave misma, y no tanto la percusión -y dudo si la-interacción-con-la-percusión. No sé si la gente “baila con percusión”, como quisiera Santiago Vásquez. Había gente haciendo swing, danza contemporánea, lo-que-fuera… algunos prácticamente compitiendo con el grupo por las miradas de la audiencia.
Debo reconocer que hace rato que no voy, y tampoco me puse a observar con detalle si las modificaciones en lo musical llevaban a importantes modificaciones en el baile. Seguramente esto lo podrán apreciar mejor los músicos que tocan y que tienen un lugar de observación privilegiado. Estoy tirando ideas, nada más, no puedo decir que realicé observaciones muy específicas al respecto. Tampoco quiero, obviamene, desmerecer el "fenómeno-Bomba-de-Tiempo" sino intentar entenderlo.
Quizás lo importante o más relevante que hayan logrado sea la creación de un espacio de libertad y expresividad donde cada uno lo hace a su manera –al aire libre (si sigue así) un lunes por la noche. ¿Hay acaso algo mejor para hacer en la ciudad?