sábado, 30 de octubre de 2010

Xangô Azteca

La Regla de Ocha cubana esta ganando terreno rapidamente en México, como muestran los trabajos de la antropóloga mexicana Nayelli Juarez Huet y cualquier visita a mercados donde vendan parafernalia religiosa. Por mas que la santeria hace de la ortodoxia una de sus banderas, en cualquier traslado de un pais a otro se producen algunas modificaciones y resignificaciones.
No pude resistirme a subir esta imagen sin duda poco comun que vi hace un par de dias en el Mercado Sonora en el DF: un verdadero Changó azteca.

(doble click en la imagen para agrandarla)

La misma foto, ahora completa, para poder apreciar la variedad de imágenes que lo acompañan.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Ahora todos somos negros

Como dije, nada de entradas por unos dias... pero como Viviana Parody tuvo la gentileza de enviarme estas reflexiones, aqui van...

Afiche de intervención urbana. Convocatoria Red Conceptualismos del Sur.
“Ahora todos somos negros”: Arte y Memoria, en una Latinoamérica con la “memoria en blanco”.
Por Viviana Parody
Graffitis en Montevideo

Ideas activas, conceptos en movimiento

Recordando un poco ´las pintadas´ que aún hoy pueden visualizarse en Montevideo (paredes de Barrio Palermo), realizadas por jóvenes activistas negros (afrouruguayos) con la consigna “Palermo negro tiene la memoria en blanco”, asistí hace pocos dias atras al V Encuentro de Arte y Pensamiento Político (UNLP), en el cual se socializaran las intervenciones de arte urbano que Juan Carlos Romero viene llevando a cabo desde 2009 en base a la consigna “AHORA TODOS SOMOS NEGROS”.

Intervenciones de Romero en Chile

La Red Conceptualismos del Sur es un colectivo de artistas y pensadores que -algo aisladamente, o inicialmente cada uno en su contexto nacional y ahora en forma conjunta- están trabajando las distintas tendencias del arte urbano y la intervención de la vía pública. Algo similar a como viene ocurriendo –con su respectivo encuentro también en días recientes- con El Corredor de Ideas, colectivo de filósofos y afines, Conceptualismos es un grupo abierto de profesionales con reflexiones comunes e intenciones de alguna construcción colectiva. Intentando re-definir aquello que se ha denominado como Arte ´Latinoamericano´, los Conceptualistas del Sur, han relevado y sistematizado el desarrollo del arte conceptual urbano –principalmente latinoamericano- de las últimas décadas.

 Intervencion en Rio Gallegos 2010

Con éste mismo tipo de estética que caracteriza su labor artística, y a partir de los conceptos que Eduardo Grüner desarrolla en base al artículo 14 de la Constitución Haitiana de 1804, Juan Carlos Romero realizó una serie de instalaciones urbanas (pegatinas, señalamientos) en diversas provincias de Argentina y Chile, siguiendo la consigna “Ahora todos somos negros”, en alusión a la exclusión/olvido que dentro de los festejos y reconocimientos por los Bicentenarios Americanos ha tenido la revolución haitiana .

Afiche de las pegatinas


Acerca de las relaciones entre el arte, el pensamiento, el activismo, las políticas de Estado… y la negritud!

Este V Encuentro de Arte y Pensamiento Latinoamericano al que asistí, se realizó en el Salón René Favaloro del Jockey Club de La Plata (Calle 49, entre 6 y 7), frente al Palacio Dardo Rocha, y entonces también recordé otras varias instancias en las que estuve en éste mismo espacio. Entre ellas, vale la pena mencionar dos, porque no están para nada distantes de la temática tratada en ésta última oportunidad, definida por José Luis Romero y Fernando Davis como “cuerpos borrados del Bicentenario”.
 

La primera de mis “visitas” al palacio Dardo Rocha/Jockey Club de La Plata, fue en situación de la filmación de la película Nuovomondo (de Emanuele Crialese, producción franco-italiana, filmada entre Italia y Bs.As.), film que aludiendo al ingreso de la migración italiana a EEUU en la pos guerra, supo desde cierto neo surrealismo dejar en claro que las puertas del Nuevo Mundo no han estado abiertas para todos. Exactamente en el Palacio Dardo Rocha, filmamos durante varias jornadas de 16 extensas horas de grabación, las escenas que pudieron mostrar el ingreso de los migrantes al Nuevo Mundo, previa “requisa” de la aduana. Una cosa es leer, consultar archivos sobre el tema, y otra cosa muy distinta (no excluyente de la primera e idealmente relacionada) fue enterarse con el propio cuerpo lo que ésta gente tuvo que atravesar “para entrar en América”. 
Tras tres horas de peluquería y maquillaje, sucios muy sucios, con uñas y manos raídas, con vestuarios pesadísimos (originales, traídos de Italia) de quichicientas polleras largas y botas y nudos y ataduras de ataduras de ataduras: ahí íbamos desde el Jockey Club hacia el set de filmación, ubicado exactamente enfrente, en el Palacio Dardo Rocha, a estar quietísimos durante horas de horas, en los extensos bancos de espera de la entrada a la aduana. En esas escenas sobre la aduana, justamente, lo que se produce es que no todos pueden entrar en América, y las familias deben optar por dejar algún hijo “del otro lado” (hijos con alguna discapacidad, por ejemplo), volverse, o casarse al instante con ilustres desconocidos para poder ingresar, etc, etc. Es decir: deben cumplir con los requisitos del modelo de ciudadano o modelo de inmigrante que se requiere.
 
Migrantes europeos en America -archivo familiar
 
La segunda de mis visitas al Jockey Club de La Plata, fue en oportunidad de desempeñarme dentro de la Dirección de Política Socioeducativa (dependiente del Ministerio de Educación y Cultura), en un Programa Social/Cultural que, en nombre de la inclusión, captaba y revalorizaba las prácticas alternativas juveniles (generalmente urbanas), entendiendo que al incluir dichas prácticas en el sistema educativo formal , se estaría incluyendo a futuro a una mayor cantidad de jóvenes –hoy excluídos- al sistema. En el Programa nos desempeñábamos artistas, educadores, promotores culturales, antropólogos, y psicólogos socio comunitarios, todos adeptos a los enfoques socioculturales, y a las intervenciones tanto artísticas como sociales (trabajos grupales mediados por herramientas culturales).
Y la tercera visita, fue la que relato al principio. Entiendo que en las tres oportunidades, no solamente en ésta última, tramitábamos cuerpos borrados. Determinando qué incluir (y qué excluir), y de qué modo hacerlo, las políticas migratorias, los programas sociales, los idearios de Nación, establecieron y establecen –siempre- los límites de lo aceptable. Y teniendo en cuenta que las fronteras no son una construcción pura y exclusivamente de los Estados y las políticas gubernamentales, sino también de los sujetos en interacción –y si se quiere de la ciudadanía-, me pregunto por nuestra capacidad –como nación, como sociedad, como colectivo profesional, como hombres o mujeres, - para ampliar esas fronteras establecidas.
 

Confío en la apuesta que el tipo de Arte realmente ligado a la producción de significados (más que a la folklorización y por lo tanto a la reproducción de los significados establecidos), realiza sobre la memoria y su tratamiento, es decir: apuesto a las resignificaciones. Siguiendo el fundamento del trabajo de otro colectivo de artistas, la Compañía Cisne Negro (Brasil) podemos observar cómo también la danza construye “iniciativas artísticas que bien intervienen en todos los retratos, sean tendenciosos, parciales, o comprometidos” (Rui Moreira, coreógrafo).
En su paso por Bs.As. (2008, Teatro Alvear) con su obra Trama, dejaron plasmadas imágenes en movimiento (cuerpos de significación) que re-ligan “las fiestas populares, los personajes místicos, los juegos y sus jugadores, creando danzas que revelan un poco ésta compleja Trama de simplicidad que muestra – o es mostrada por- el contagiante camino de la ´alegría´ de un país como Brasil.” Claro está, los procesos artísticos son cuestión de especialistas en dichos lenguajes (no verbales, pero igualmente conceptuales ) y no cuestión de bricolage, ni momentánea inspiración, … ni hibridación!.

No tan afortunadamente, considero que también es cuestión de comenzar a ligar (circular y entrelazar, enhebrar) los conceptos (verbales y no verbales) que a veces no intencionadamente se encapsulan conformando nichos (o de artistas, o de académicos, o de activistas, o de agentes estatales), para transformar los “circuitos” (que, como la palabra lo indica, se cierran en si mismos) en “corredores” (que, como la palabra remite: dejan correr), fundando puentes y pasillos, y por lo tanto constituyendo lazos entre los sujetos, sus objetos vivos, y sus distintos modos de construir conocimiento. Difícilmente vaya a existir otro modo de incluir todo lo no-blanco (que es lo que realmente representamos con “lo negro” del “Ahora todos somos negros”) en la historia y la memoria de una América (latina?) que desde sus discursos oficiales parece aún insistir en velar (semi ocultar/omitir/silenciar) su negritud.
Por último, siguiendo un poco las ideas que en algunos ámbitos venía planteando –con todo permiso y si no me equivoco- Nicolás Fernández Bravo respecto del Censo-, si lo que el hoy haremos  es “contar cuerpos”: me pregunto entonces qué haremos después con “lo borrado”.

martes, 26 de octubre de 2010

Censistas afrodescendientes - segun Pagina 12

(Aviso: entradas en el blog solo muy esporadicamente porque como avise mas abajo estoy de viaje)
No podia dejar de postear, sin embargo, esta nota del diario Pagina 12 de hoy. Interesante la foto, con el enfasis en la afrodescendencia a traves del cabello...
Foto: Daniel Dabove para Pagina 12

Pagina 12, Martes 26 de octubre de 2010
Sociedad: Reunion de afrodescendientes que trabajaran en el censo
Censistas en busca de una reparación histórica
Por Emilio Ruchansky

La idea de una “reparación histórica” surgió varias veces ayer durante una reunión entre autoridades del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y una delegación de afrodescendientes que mañana trabajarán como censistas. La inclusión de una pregunta sobre las raíces africanas en los cuestionarios ampliados, según Carlos Alvarez, de la Asociación Civil Africa y su Diáspora, “servirá para fomentar la institucionalidad del tema y sumar a la Argentina a las políticas de reparación que se dan en el continente”. Ana María Edwin, titular del Indec, coincidió en el diagnóstico: “Esto es una herramienta para ustedes”. Habrá más de 100 censistas afrodescendientes a lo largo del país y varios jefes de radio en Santiago del Estero, Córdoba, Buenos Aires y Capital Federal.
Hasta el momento la comunidad afro local “no existe, sólo está”, comentó Federico Pita, de la Diáspora Africana de la Argentina, cansado de que en la calle le pregunten de dónde viene: “Les digo que soy de acá y me ponen cara rara. Siempre somos extranjeros”. Muchas veces, agregó, en los artículos periodísticos le cambian la preposición “de” por “en” en el nombre de la asociación. “Es un detalle, yo diría algo inconsciente. Ponen ‘en la Argentina’, que significa estamos en el país, en vez de poner ‘de’, que indica que somos ‘de Argentina’”, explicó.
Esta negación empezará a revertirse cuando el censo arroje los primeros resultados y se confirme una broma que Pita hizo ayer: “Todos tenemos una negra en el placard”. Según él, fue crucial para la lucha contra el racismo la declaración de la Unión Africana que considera como “sexta región” de ese continente a la diáspora, a los descendientes africanos repartidos por el mundo, especialmente por América. “Fue un quiebre de paradigma. Africa fue saqueada por siglos, se llevaron a la gente y también los recursos naturales. Ahora es tiempo de una contrapartida, de una reparación para todos y para los descendientes también”, dijo Pita.
Marcelino Santos, titular de Amigos de la Isla de Cabo Verde, contó que sus ancestros fueron fundadores de Dock Sud y que a principios del 1900 existió “el racismo cero”. “Convivíamos con los polacos, los italianos, los españoles y había un espíritu de enorme solidaridad ante la pobreza”, dijo el hombre, quien aseguró que en el barrio están “orgullosos y esperanzados” con el censo. “Después de 500 años de propaganda negativa hacia la gente afro, creo que esto comienza a revertirse”, agregó Santos, quien censará a sus vecinos junto a otros nueve afrodescendientes.
Alvarez, Pita y Santos insistieron ayer en la necesidad de políticas reparadoras de parte del Estado argentino para equiparar a la comunidad afro que, en general, está sumida en la pobreza. “Se le pidió perdón a los pueblos indígenas y también a Paraguay por la guerra de la Triple Alianza. Nadie habló todavía de la cantidad de sangre afro derramada en esos combates”, comentó Santos. La invisibilización posterior, agregó Pita, es lo que se puede y debe revertir con el censo. “No tenía que haber negros. Eso pensaban muchos próceres argentinos, que querían que Argentina fuera una extensión de Europa”, señaló otro dirigente afro, Celestín Sukama.
La llegada de Sol Padín, subcoordinadora de Capacitación, encaminó la charla hacia las dudas de los y las censistas reunidos. “¿Qué hacemos si nos rechazan cuando vamos a censar? Yo tengo una vecina a la que no le gustan los negros y un día vio a un familiar mío reparando algo en mi casa y llamó a la policía para ver si lo podían arrestar porque tal vez era un inmigrante ilegal”, le dijo Sergina Boa Morte. Carlos Alvarez se adelantó a Padín: “Llamás al jefe de radio y le informás la situación, y en todo caso se hace una denuncia por discriminación”.
“¿Y qué pasa si censo a alguien que es afrodescendiente pero tengo el cuestionario básico y no el ampliado?”, preguntó Dora Mina, luego de quejarse de que el tema afro sólo apareciera en el ampliado, que será utilizado en las localidades con menos de 50 mil habitantes, villas, countries y en el 10 por ciento de las ciudades medianas y grandes. Guillermo Krieger, del Indec, le mostró un espacio de “observaciones”, donde pueden anotarse este tipo de datos.
Edwin pasó al final de la charla para explicar que el censo servirá para detectar nuevas comunidades afro en Argentina. Luego los despidió, dejando abierta la posibilidad de “seguir trabajando porque hay mucho que averiguar”.


Agradezco a Eva Lamborghini


viernes, 15 de octubre de 2010

Flautista argentina con Yambo Kenia

A punto de ausentarme por unos (cuantos) dias, los dejo con esta bella presentación de la comparsa lubola Yambo Kenia en el Teatro de Verano de Montevideo -hace un tiempo, en el 2001.
La flautista es un préstamo argentino -la artista, académica y también colaboradora del blog Viviana Parody- cuyo talento musical endulza aún más, si fuera posible, el milongón.
El video -cuya parte musical comienza luego de un minuto de entrevistas- resulta muy bueno para apreciar el baile de los gramilleros y mamas viejas. Su gracia cadenciosa ya no se ve con frecuencia en los días que corren .... Al final, luego de otra breve entrevista, los tambores y la vedette..


(doble click para verlo en todo su tamaño en youtube, acá la imagen aparece un poco cortada)

Sobre el video....

Comentario de Viviana Parody al video:
Miles de situaciones podrían comentar varios jóvenes argentinos partícipes del carnaval uruguayo de aquél entonces. En mi caso particular quiero resaltar la sacralidad y el respeto con el que - mas allá de la calidad lograda en la producción artística- se pisa "el templo de carnaval": el escenario del Teatro de Verano. Esa intención es paralela a las excelentes críticas que se pueden hacer (algunas ya comentadas en éste blog sobre el reglamento de carnaval, otras pueden leerse en materiales de Luis Ferreira o Alejandro Frigerio, entre otros, que muy bien se han detenido a observar sobre candombe uruguayo, de hecho ese año Luis acompañó a Yambo Kenya incluso la noche de los fallos). No he visto escritos sobre la circulación de los jóvenes porteños en el carnaval uruguayo, ni sobre la migración en Bs.As. de referentes de la cultura uruguaya (candombera y murguera), y el impacto que han tenido los primeros en la performance de carnaval uruguayo y los segundos en la cultura porteña (no solo juvenil), ha sido realmente siempre para destacar. Esos son los "contextos de producción" y a ellos se accede  (con humildad considero) a partir de la reconstrucción de historias de vida.
La mayoría de la gente que toca y baila candombe con esa cadencia que aquí se aprecia, no sabe o sabe muy poco "leer y escribir"; de hecho varios de los músicos con quienes compartí durante casi 5 meses 4 horas diarias de ensayo -mas tablados-, impresionantes arregladores y compositores, no sabían leer y escribir música. Sabemos que ésto se acentúa si al "ser músico" se le agrega la condición "ser afrodescendiente" (y ésto también lo conversamos en 2009 con Luis Ferreira y con muchos músicos afrouruguayos en BS.AS.): los niveles de desigualdad respecto del acceso a la educación específica. Pero si entre esas mil cosas que podrían relatarse yo tengo que destacar una de ellas, la mas valiosa, es el nivel de respeto -propio de la uruguayés, no de la argentinidad- con la que compartimos vivencias/creamos/sugerimos/ y construímos los 6 músicos dirigidos por Eduardo Da Luz. Digo músicos, porque hasta entonces sólo dos mujeres habíamos formado parte de la sección instrumental de candombe en el contexto de Teatro de Verano en la historia del carnaval de negros y lubolos. En la misma comparsa, años atrás, la primera de ellas fue Andrea Viera, saxofonista de La Abuela Coca, grupo que supo integrar José Delfín Acosta Martínez (entre tantos) y Javier Bonga Martínez, antecedente musical de todos los grupos de música uruguaya que hoy circulan con frecuencia la esfera porteña (No te va a gustar, La vela puerca, etc). No fue fácil "hacer lugar" (y donde mas pueda lucirse) a un "elemento" que -aún sin proponérselo, e incluso sin darse cuenta- planteaba diferencia, o alguna humilde innovación...
Todo el respeto y el amor del mundo para CABOCLO (cantante del tema), CARLOS LARRAURA ("dueño" de la comparsa,y su esposa Celia-vedette, madre entonces de 5 hijos-), MALUMBA GIMÉNEZ (director de la cuerda!!), EDUARDO DA LUZ, los hermanos  PINTOS... y todos quienes me recibieron siempre "de una" en su casa: JORGINHO Y MARTA GULARTE, BERTA PEREYRA Y LAS COMADRES, FAMILIA DE DANIEL SANTOS, TEATRO DEL RITMO (hoy en Córdoba, dirigido por Marco Eskeche)...amigos de Falta y Resto, Anti Murga BCG, etc..etc..y a "los porteñitos" compañeros de ideas siempre poco académicas y no por eso menos mayúsculas (Fernando Berengher, tiene el castigo del compañero de viaje reiterado!; Carolina Episcopo;...y tantos otros hoy hacedores de revistas afro, de talleres de música y danza, etc...etc...)-
Y gracias por el video, lo encontró un hoy querido compañero de cuerda de domingo, nunca tuve copia!.-

jueves, 14 de octubre de 2010

Afrodescendientes y el censo 2010 -según el INADI



(doble click en la imagen para verla en el tamaño de youtube)

Finalmente, el INADI produjo y colocó en la red un corto como parte de la campaña de sensibilización para la pregunta sobre afrodescendientes del próximo censo.
Como dije en algún comentario, estoy por viajar y sin tiempo para escribir mucho, pero quería compartirlo.
Sólo una cosa: ¿es acaso imposible, estos días, filmar sin la estética videoclip? Está bueno hacer algo "'ágil" pero quizás hubiera sido necesario detenerse un poco más en los rostros de las personas, para dar idea de la variedad fenótipica que puede involucrar la "afrodescendencia" ...

Más info y algunos posters (?) o fotos de la campaña en

Agradezco a Eva Lamborghini

Logo de la campaña:

miércoles, 13 de octubre de 2010

Black Family Reunion: La afroargentinidad al palo...

El domingo pasado, como anuncié en el blog, la asociación Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR) organizó la Black Family Reunion -ver entradas anteriores que describen su propósito.
Pese al nombre en inglés, el evento derrochó (afro)argentinidad, como veremos por las fotos abajo. No reflejan todo lo que pasó, ni todos los que estuvieron. No pretendo realizar una crónica "objetiva".
Además de premiarse con la entrega de los "Diaspora Honors" a activistas culturales, políticos y emprendedores sociales afrodescendientes, varios de los presentes, artistas con larga trayectoria, mostraron sus talentos en diversos géneros. Las fotos pretenden registrar, minimamente, algunos momentos de esa entrega -para apreciarla en su magnitud, habrá que esperar el video. Mis disculpas a los que quedaron afuera, las condiciones de luz no eran buenas para una camarita no profesional..

Nengumbi Celestin Sukama, maestro de ceremonias, con Federico Pita, presidente de DIAFAR

Diálogo conmigo mismo (lo tuve, juro...):
Yo1-¿No queda un poco estereotipante mostrar principalmente fotos de afroargentinos bailando, como si esto fuera lo único o lo mejor que pueden hacer?
Yo2-  Es que las fotos de la entrega de premios no están muy bien -no me acerqué lo suficiente para que rindiera el flash- y el blog tampoco intenta ser la revista Hola afroamericana
Yo2- Además, fue muy fuerte y esperado ver a varios de los más conocidos bailarines de la última época de la Casa Suiza -a quienes conocía de nombre por entrevistas, o por haberlos visto circunstancionalmente- bailando juntos....

Candombe argentino, por el grupo La Familia:

 Pocha y Hugo Lamadrid

 Con invitados del público: Teté Salas y Pochi Luna , (re)conocidos bailarines afroargentinos

 Hugo Lamadrid, Pochi Luna, Pelusa Yannone, Teté Salas, Pocha Lamadrid

 Atrás de Pochi Luna, Puchi Zambrano, otro famoso bailarín de la Casa Suiza

Puchi, Pochi, Pelusa y Teté

Premios Diaspora Honors:

Los premios que fueron entregados a activistas culturales, políticos y emprendedores sociales afrodescendientes.

Rita Montero fue una de las premiadas, pero ante el pedido generalizado tuvo que cantar (candombe) y, como suele suceder, se robó los flashes

La Familia toca Rumba Abierta:

Pelusa, rumbera de aquellas.. en Cuba no se consigue...

Pocha y Teté no se quedan atrás...



Pochi Luna improvisó un tango y una milonga -un capo..

El invitado estelar de la noche: el famoso guitarrista de rock (afroargentino) Carlos García López.
Jimmy Hendrix de Floresta

Una de las (muchas) sorpresas de la noche: Carlos Pita (padre de Fede) cantó varios blues con su primo García López. Arrasaron. ¿¿Para cuándo el CD??

El "Candombe Federal" de Martín Boneo, una de las imágenes recurrentes de la noche, con el nombre del evento y el logo de DIAFAR. Y la silueta de un niño afrodescendiente.
Pasado, presente y futuro...

Motivos del evento

Doble click en la imagen para agrandarla y leerla

martes, 12 de octubre de 2010

¿Qué hacemos con el 12 de octubre? (2)

Según Página 12 de hoy, "El Gobierno envió al Parlamento la propuesta de que el 12 de Octubre no sea más llamado el Día de la Raza y se lo denomine “Día del respeto a la diversidad cultural”. Y otros sectores plantean que se lo bautice como “Día de los pueblos originarios”. " (pirulo de tapa)
La Nación de  hace unos días decía que "los diputados que integran las comisiones de Legislación General, Turismo y Cultura de la Cámara de Diputados acordaron ayer emitir dentro de quince días el dictamen sobre el nuevo régimen de feriados nacionales impulsado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, aunque se le introducirían modificaciones.(...) En lo que no hubo disidencia es en que el feriado del 20 de junio sea inamovible y que el 12 de octubre se llame Día de la Diversidad en lugar de Día de la Raza. " (La Nación, 1 de octubre de 2010)
En cualquier momento, más noticias para este boletín  ... (radio Colonia? dixit)

¿Qué hacemos con el 12 de Octubre?

Hace unos días, la agrupación político-religiosa uruguaya Atabaque liderada por la mãe de santo Susana (Andrade) de Oxum y el pai Julio (Kronberg) de Omolu realizó una presentación ante los legisladores orientales sugiriendo el cambio de nombre de la celebración del 12 de octubre. La reproduzco abajo.
Algunas fotos del fotógrafo argentino Marcos López (varias de la serie Pop Latino) ilustran bien, creo, en clave artística posmoderna el dilema de ¿qué hacemos con la fecha?

Foto: Marcos López

" Estimad@s Legisladores del Parlamento del Uruguay - 5/10/2010
En el marco del bicentenario de la revolución americana proponemos cambiar el nombre al 12 de octubre por: Día de la Integración y el Respeto a la Diversidad Cultural, o Día de la Integración Cultural o Día de la Multiculturalidad. SOLICITUD- Ponemos en vuestro conocimiento la siguiente propuesta iniciativa a ser discutida en los ámbitos legislativos competentes:
Reemplazar la actual denominación del 12 de octubre por la de “Día de la Integración y el Respeto a la Diversidad Cultural o Día de la Integración Cultural o Día de la Multiculturalidad”, efemérides hasta ahora asumida como Día de la Raza, llamada así por uso y costumbre, tal vez antigua normativa, prensa, libros de texto educativos y ciudadanía en general.
Aunque actualmente el concepto “raza” aplicado a los seres humanos es visto como discriminatorio, se lee sin embargo tal referencia en sitios web turísticos o culturales, y en algunos organismos públicos en sus respectivos portales de Internet al enumerar los feriados de nuestro país.

Imágenes del culto a María Lionza, Venezuela - Foto: Marcos López
Simón Bolívar, Negro Felipe, Reina María Lionza e Indio Guaicaipuro


MOTIVOS SOCIALES LOCALES-
a) Resaltar el valor integración como sustento de la convivencia pacífica y el desarrollo social.
b) Brindar oportunidad de festejos en conjunto. El Día de la Raza fue así denominado desde la visión europea de la historia. Por eso mismo, hace años en Uruguay han sonado tambores por la principal avenida la víspera del 12 de octubre, en una especie de contrafestejo, rescatando el sentido de “último día de la libertad” o “último día de la resistencia indígena”, en contraposición a una fecha instaurada de espaldas al sufrimiento de los grupos humanos sometidos durante la llamada “conquista”. No hay tambores de fiesta los doces de octubre.
c) Tomando como antecedentes los casos de países latinoamericanos incluso la vecina Argentina que en breve y por idea de su Presidenta reemplazará el nombre de la citada fecha, proponemos el cambio como forma de reconocimiento a las poblaciones aborígenes y de la diáspora africana esclavizada, teniendo en cuenta la necesidad de cohesión y respeto entre los diferentes colectivos, y la importancia de emblemas que comulguen más pluralmente con lo que somos en cuanto a nutrientes diversos del concepto identidad, en el cual confluyen variados componentes; indígenas, afros y migrantes de distintas partes del mundo por múltiples razones. Proponemos transformar el nombre de una fecha cuyo sentido hoy es rechazado por sus connotaciones racistas y colonialistas, en una celebración de la multiculturalidad que, más allá de la dura realidad del genocidio americano, cobije en igualdad de condiciones a la pluralidad de sus vertientes humanas, pues hoy somos todos y todas, parte de una población felizmente mestizada que necesita hermanarse para subsistir.

Foto: Marcos López

d) Elemento integrador:
En cuanto al contenido de la conmemoración relativa a la fecha 12 de octubre para la cual solicitamos el cambio de nombre, se procura sea ocasión para profundizar el conocimiento y el diálogo entre culturas, celebrar la pluriculturalidad posterior a las colonias y en la modernidad, revalorizar el aporte a la identidad de las etnias aborígenes, promoviendo y apoyando la elaboración de actos y actividades conmemorativas y la profunda dimensión de su sentido histórico para los grupos endémicamente postergados, fundamentando la celebración de la integración cultural por encima de diferencias, hecho que hoy día nos permite convivir en paz y crecer, sin por ello olvidar las tradiciones de cada quién, en un plano de igualdad y sin jerarquías entre las culturas.
Por la descolonización ideológica y por la equidad entre las comunidades, proponemos que el 12 de octubre sea denominado oficialmente como “Día de la Integración y el Respeto a la Diversidad Cultural o Día de la Integración Cultural o Día de la Multiculturalidad”
ANTECEDENTES Y CONTEXTO SUR REGIONAL-
En varios países de Latinoamérica se ha procedido a un reemplazo del nombre de esa fecha. Ejemplos: 2003 en Venezuela “Día de la Resistencia Indígena”, en el 2000 Chile le puso Día del Descubrimiento de Dos Mundos, en Costa Rica en 1994 Día de las Culturas, en Perú es el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural, según un decreto presidencial, y en Bolivia el Presidente Evo Morales lo ha llamado recientemente Día de Luto por la miseria, enfermedades y hambre que trajo la invasión europea a América.
Incluso en la propia España se llama actualmente Fiesta de la Hispanidad.
En estos momentos en Argentina, el Congreso tiene en sus manos un proyecto de ley en tal sentido, enviado por la Presidenta Cristina Fernández pidiendo sea reemplazado el nombre Día de la Raza por el de “Día del Respeto a la Diversidad Cultural” en homenaje a los pueblos originarios con quienes planea celebrar en el Chaco dicha jornada de fiesta.
Creemos que en el marco del bicentenario de la revolución americana a celebrarse durante esta legislatura parlamentaria, estamos maduros cívicamente como población para darnos esa discusión, reafirmando conceptos de respeto a la diversidad cultural e integración social, a la vez de revalorizar y promover las expresiones de los pueblos originarios y su papel de víctimas durante la funesta colonización y no descubrimiento.

Imágenes del culto a María Lionza, Venezuela - Foto: Marcos López

OTRAS CONSIDERACIONES- Se ha querido imponer sin éxito el nombre Día de las Américas celebrado el 14 de abril. Reivindicar el nombre “América” para el 12 de octubre, sería aceptar que aquí no había pobladores autóctonos.
El término “américa” es cuestionado y eurocéntrico. La Abya Yala de los habitantes originales, luego de apropiada mediante el genocidio, fue rebautizada por los conquistadores.
CONCEPTO RAZA: “La denominación del 12 de octubre como "Día de la Raza", resulta inadecuada en virtud de que la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial -proclamada por la Asamblea de la ONU el 21 de diciembre de 1965- determina que toda idea o doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta.” INADI (Argentina) Instituto Nacional contra la Discriminación.

Foto: Marcos López

Para el INADI, la utilización del término "raza" es abandonada por su carencia de sustento científico porque la biología no ha podido demostrar la existencia de estructuras genéticas de "raza" y por razones políticas y culturales. El proyecto de decreto en fase de aprobación en la Argentina, considera "imprescindible revalorizar las culturas originarias de América, tanto en su faz histórica como presente, reconociendo la diversidad cultural".
El cambio en el significado del feriado, implicará consagrar y reconocer que los derechos humanos tienen los caracteres de universalidad, indivisibilidad e interdependencia. Es definitivamente inaceptado el concepto raza aplicado a las personas sea cultural o científicamente. Es ofensivo y discriminatorio pretender separar o definir al ser humano por rasgos físicos. Existe un gran consenso entre los antropólogos y genetistas humanos de que, desde el punto de vista biológico, las razas humanas no existen y el llamado “día de la raza”, alude directamente a pueblos diferentes que convergen, por lo tanto, hace énfasis en el ítem “raza” aplicado a lo humano, una comunidad avasallada; los propios y una privilegiada; los colonizadores.
En el caso del ser humano (Homo sapiens), existe opinión mayoritaria entre los especialistas en que es inadecuado el uso del término raza para referirse a cada uno de los diversos grupos humanos, y se considera que es más apropiado utilizar los términos etnia o población para definirlos. Más aún, algunos científicos consideran que para referirse a seres humanos, biogenéticamente, las "razas" no existen, tratándose sólo de interpretaciones sociales.
GRUPO AFROAMERINDIO ATABAQUE – FEDERACIÓN IFA DEL URUGUAY
SUSANA ANDRADE – JULIO KRONBERG - TELS. 22006821 - 099215451

NOTA: Este documento va destinado a la Comisión de Educación y Cultura de Cámara de Representantes del Parlamento, legisladores en general, y particularmente a un representante de dicha Comisión Diputado Walter de León (MPP).
Se difundirá la iniciativa a medios de prensa, embajadas, organizaciones civiles y religiosas, sociedad en general y organismos públicos y privados vinculados a la Educación y la Cultura. "


lunes, 11 de octubre de 2010

Calunga Andumba - vuelve la Comedia Negra de Buenos Aires

Falta todavía, pero la gente de la Comedia Negra de Buenos Aires ya está anunciando su reaparición en noviembre.
La Comedia Negra, fundada por las hermanas Susana y Carmen Platero, estrenó en la década de 1980 obras teatrales con temática y actores afro-americanos (de distintas nacionalidades).
Ahora, con la dirección de la actriz afrocubana Alejandra Egido, reponen una de sus obras fundamentales: Calunga Andumba.
Para ir reservando entradas...

(doble click en la imagen para agrandarla y leerla)

domingo, 10 de octubre de 2010

Imaginando la población afrodescendiente...

Hoy se realiza la Black Family Reunion  o -en mi traducción- Reunión de la Familia Negra -iniciativa que hace unos días venimos anunciando en el blog, y sobre la cual ahora adjuntamos información más abajo. 
 A partir de ello, y enhebrando el evento con una anécdota personal,  Nicolás Fernández Bravo reflexiona lúcidamente acerca de las dificultades -y también la necesidad- de imaginar -pensar, concebir, interpelar- a los afrodescendientes de y en Argentina de la manera más inclusiva posible. Tarea sin duda nada sencilla...


The Gap (la distancia) y the challenges (los desafíos)
Por Nicolás Fernández Bravo

El tren de la línea Mitre es insólito. Viniendo desde Retiro, su recorrido experimenta una bifurcación al llegar a su intersección con la avenida Monroe, en el barrio de Coghlan. A partir de allí, un ramal se dirige hacia la localidad de José León Suárez, en el conurbano bonaerense. El recorrido termina literalmente en medio de uno de los barrios más marginalizados del país. Conocí bastante bien ese barrio, la villa de Carcova y su tristemente célebre vertedero de residuos mientras trabajaba con la población que se dedica a la recolección informal de residuos. Muchos recordarán al Tren Blanco, el “tren de los cartoneros”. Bueno, ese mismo tren. Esos mismos cartoneros. El otro ramal de la línea Mitre es el que se dirige hacia la localidad de Olivos, terminando exactamente frente a la Quinta Presidencial. Es un ramal en el que estadísticamente viajan muchos menos cartoneros y muchos más abogados e ingenieros. Fue conversando con Cristina Sampaio que “descubrimos” lo racializado que estaba cada uno de los ramales. Quiero decir: no es que no lo hubiese notado antes, pero fue con ella que logramos una conversación en profundidad sobre el tren, las miradas y los lugares. Es más, dejamos pasar algunos trenes para ver quién subía a uno y quién (y cómo) lo hacía al otro. Los resultados nos dejaron perplejos.
Tengo el raro privilegio de residir exactamente entre las dos estaciones que le siguen a la bifurcación. Esto me permite tomar indistintamente uno u otro servicio. Nunca llegué al extremo de analizar mi propia subjetividad al momento de elegir, pero tengo a favor de mi propia corrección política el hecho de que el servicio de José León Suárez cuenta con más frecuencias que el de Coghlan. De modo tal que tomo seguido el de Suárez. ¡Pero también tomo el de Coghlan! Especialmente en la mañana, cuando viene comparativamente más vacío. Debo reconocer que disfruto muchísimo comprando mi boleto en una de las estaciones mejor preservadas del sistema ferroviario urbano, una bellísima construcción de estilo inglés con puentes de hierro hechos en Glasgow y relojes de colección, que la Asociación de vecinos de la Estación – de la que soy miembro – ha ayudado a preservar. Por lo general puedo viajar sentado, leer, y disfrutar del sol tibio que de mañana entra por las ventanas del lado izquierdo. Mi propia experiencia de viajero urbano, más cercana a la de un ciudadano común que a la de un etnógrafo pretensioso, me ha transformado en un cultor del tren y en un observador de las relaciones sociales que allí se establecen.


Entre los distintos habitué de la línea, hay un señor cuyos ancestros seguramente hayan sido africanos. El tipo es muy negro, digamos. Suele pedir limosna de la mano de un niño de unos ocho o diez años. El niño también es ostensiblemente negro. De tantas veces que nos hemos visto, suelo saludarlo y él me saluda. Ojo, no soy tan obsesivo: también acostumbro saludar a un tipo que se pasea en silla de ruedas, y muchas veces he hecho lo propio con el hippie de la armónica que se las tira de canchero. Y con la violinista que –según mi entender– está un poco alienada. Ni el hippie parece particularmente marginal, ni la chica toca tan bien el violín. Son algo así como vecinos y siempre me pregunto si ellos improvisarán mapas sociales del mismo modo en que lo hago yo. El punto es que el negro es muy conversador, y varias veces me sentí tentado de participarlo de alguna de las actividades que se realizan entre las redes de la población de origen africano en Buenos Aires. Me obstaculiza la incomodidad del señalamiento, esa forma de identificación violenta que supone cargar con un corpus de pensamientos, lecturas y experiencias sobre un pobre tipo que probablemente le importe bastante poco lo que yo pueda pensar de él. Así las cosas, el tiempo transcurre y los trenes pasan. Los encuentros también. Nos seguimos cruzando con frecuencia y nos saludamos, obliterando la circunstancia de su pedido de limosna y mi poca simpatía a las prácticas caritativas. De hecho, hace tiempo que no me pide nada – pero nos seguimos saludando con idéntico respeto.
Fue en el servicio del miércoles en la tarde cuando me volví a cruzar con el negro y recordé que tenía las tarjetas que Fede Pita me había dado para promocionar la Black Family Reunion ®, un encuentro que aspira a reunir a los afrodescendientes dispersos que hoy residen en Buenos Aires y sus alrededores. Para “empezar a reconocernos entre nosotros”, como dice Pita, líder de la Asociación Civil DIAFAR. Inmediatamente pensé ¡esta es mi oportunidad para intercambiar dones! Le entregué una de las tarjetas y le dije: “fijate, esto tal vez te interese”. La miró, agradeció, la guardó y siguió con su trabajo. Claro, después me quedé pensando: ¿qué iría a interpretar este tipo al llegar a su casa? Lo más probable es que olvide inmediatamente el hecho y pierda contacto con la referencia de una de las miles de interacciones que seguramente tenga a diario con los miles de pasajeros que se desplazan por la ciudad. También es probable que pierda la tarjeta o que esta termine cumpliendo una función absurda emparejando la pata de una mesa despareja, o como aporte ridículo a la industria del reciclaje de cartón. Pero supongamos que no, que le preste atención y le genere intriga: ¿qué leería en la invitación esta persona que –eventualmente– podría llegar a identificarse como afrodescendiente en el próximo censo nacional de población?
Esto no lo podemos saber. Pero sí podemos ensayar algunas conjeturas.


La primera y más evidente, es la necesidad de pensar una y mil veces las formas en las que se imagina a la población afrodescendiente en un país como Argentina. Por lo general, existe una distancia enorme, un abismo (un “gap”, en inglés), entre las políticas que se suponen para la población afrodescendiente y la población objetivo en sí. Déjenme aclarar mi jerga. Todos los actores del campo afro tienen una política, en el sentido etimológico de la palabra. No solo el Estado, sino también los artistas, las agencias “bienintencionadas”, las asociaciones, los activistas (tanto los corporales como los virtuales), los investigadores. Por su parte, muchos de los que cuestionan –con razón– la “objetivación” de los sujetos de derecho, ¡suelen tener una “población objetivo” en mente! Tal vez los únicos que no tengan una “población objetivo” (ni les interese) sean los afrodescendientes dispersos en todo el país, desconectados de debates que parecen atraer a un público cada vez más previsible. La población afrodescendiente, al margen de la apelación discursiva y estratégica a la existencia de una “comunidad”, se encuentra fundamentalmente dispersa y fragmentada. Esta dispersión no supone necesariamente un conflicto en el sentido que le asignó recientemente un funcionario de una agencia involucrada en promocionar su “visibilidad”. Como sabemos, es el resultado de un proceso histórico de mezclas y omisiones que ha fagocitado radicalmente la memoria histórica y su relevancia en el presente. Y se ha sentado elegantemente sobre las diferentes formas de denuncia del prejuicio racial y de clase.
La segunda conjetura se desprende de la primera: ¿quién imagina a la población afrodescendiente y para qué? Dejemos de lado al Estado. Más allá del hecho de que muchos afrodescendientes tengan contacto con otros afrodescendientes, lo cierto es que la presencia recurrente de algunas pocas personas en las actividades de mayor o menor envergadura, denota un déficit al momento de generar entusiasmo entre una población que no se siente muy atraída por la oferta de reivindicaciones. Este problema es complejo y no es nuevo. En este sentido, la investigación de Lea Geler sobre finales del siglo XIX genera paralelismos escalofriantes. Pero ante todo, no constituye una particularidad de la población afrodescendiente: nada es más desafiante en una democracia, que generar participación. En las actuales circunstancias, no puedo sino solidarizarme en la reflexión. Considero que el diálogo entre los intelectuales y el activismo puede traer aire fresco a un conjunto de reclamos que pueden estar transitando un recorrido circular y corriendo el riesgo de tornarse irrelevantes para la misma “comunidad”.


La tercer conjetura, sobre la cual tengo muchas más preguntas que respuestas, tiene que ver con el lenguaje. ¿Qué lenguaje puede atraer a la población afrodescendiente a la esfera pública? (o aunque sea, al auto-reconocimiento) ¿El lenguaje de valoración de las tradiciones olvidadas por la historia? ¿El de la mitología afro-argentina? ¿El del arte y la música, en sus múltiples y variadas resignificaciones? ¿el de la reivindicación de los derechos? ¿El de un panafricanismo politizado? ¿El del hip-hop? ¿Una combinación? La iniciativa de recuperar el sentido de uno de los lugares más emblemáticos de la memoria reciente (los bailes del Shimmy Club) en la próxima Black Family Reunion ®, con una estética moderna y joven, es ciertamente una novedad. Como miembro del grupo que lo organiza, entiendo que es una apuesta interesante y merece especial atención. He escuchado voces críticas respecto de una convocatoria “en un idioma extranjero”. ¡Como si el lenguaje de la liberación fuera el español! Incluso se observó cruzadamente el hecho de apelar a una estética innovadora y no tradicional. No estoy seguro de cuál es el lenguaje más acertado. Sí creo que intentar algo nuevo puede traer resultados inesperados. Tal vez no para que el mendigo del tren pague $ 20 para asistir a un local en Palermo, pero quizás sí para que el niño encuentre en el bolsillo del pantalón de su abuelo, una razón que le permita transitar el “gap” que actualmente separa las reivindicaciones del entusiasmo.

Ilustraciones: Detalles de Manifestacion (1934) de Antonio Berni

Black Family Reunion

(Foto de la invitación: Rocío Frigerio)
Invita
Diáspora Africana de Argentina

Texto de la invitación:
"BLACK FAMILY REUNION® es un encuentro de familias afrodescendientes y africanas residentes en el país. Es una antigua costumbre la de reunirse para compartir y transmitir nuestras tradiciones.
Como alguna vez lo fueron los encuentros en la "Casa Suiza" en la Argentina, hoy en el mundo las Black Family Reunions® son una experiencia en expansión. En su versión local vamos a descubrir el encuentro entre las viejas costumbres como la transmisión oral de nuestra historia, el candombe y el tango, y las nuevas expresiones culturales como las proyecciones audiovisuales, el rock, el reggae y el hip hop, etc.
En esta ocasión inauguraremos los premios “Diaspora Honors”, un reconocimiento a las personas y organizaciones de la comunidad de ayer y de hoy, que se hayan destacado en los campos de lo social, lo cultural y lo político.
Recordando el pasado, viviendo el presente y conquistando el futuro.
Celebremos nuestra identidad! "

sábado, 9 de octubre de 2010

Dina Picotti en La Nación

Dina Picotti es una de las personas que más ha luchado por la inclusión de temas relativos a Africa y Afro-América en la universidad y en distintos ambientes culturales. Y además es una excelente persona. La Nación de hoy la entrevista.
Foto Miguel Acevedo Riú para La Nación

En cada fiesta patria en que la libertad es el motivo de festejo, el ritual se repite: primero, la notificación con las instrucciones de cómo hay que vestir al nene para el acto; después, las alpargatas desflecadas, los pastelitos, el aguatero, el que vende velas, todos con las caritas pintadas con corchos quemados y, como paseando por una realidad que parece no ser propia, camina altiva la dama con peinetón y el caballero con levita. El plano se repite cada año con algunas variaciones mínimas: atrás los negros y, adelante, los blancos patriotas. Y todos terminan diciendo: "¡Viva la patria!"
¿El saldo? De 10 chicos que participaron en el acto patrio, por lo menos siete hicieron de "negros", es decir, actuaron de gente que no ven, que no quieren ver, que no pueden ver; personas que existieron, pero que parece que se las tragó la tierra, que trabajaron a destajo en un pasado que se enseña como alegre y dicharachero, y que los niños no indagan. Dina Picotti, doctora en Filosofía por la Universidad de Munich, está acostumbrada a estas consultas. Ella, que se doctoró con una tesis sobre la superación de la metafísica como tarea histórica en Martin Heidegger, dedicó gran parte de su vida a estudiar la presencia negra en la Argentina y América, cómo se originó y se manifiesta en cada uno de los aspectos de nuestra vida y cultura.
Dina es una entrevistada misteriosa, de rostro bonito, delgada, elegante y edad indefinida. Nos abre la puerta de su casa en el Bajo Belgrano y la gran sala de estar, de color celeste, alberga cuadros, tallas, fotos y artículos africanos de una belleza extraña, que sólo se encuentra en aquel continente.
Y nada es casual. Porque Dina, que se fue de Villa Regina, Río Negro, a doctorarse en filosofía en Munich en la década de los 60, conoció en esa ciudad alemana al hombre de su vida, el padre de sus tres hijos, el ingeniero amoroso que construyó obras y caminos acá y en Africa, Abdourahmane Camara, guineano musulmán, negro y "muy buen mozo", como ella misma apunta, mientras sonríe levemente.
Cuenta Dina que a pesar del islam, al que Camara adhería, en los primeros años de los 70, la pareja se casó por la Iglesia Católica en Villa Regina y el evento constituyó allí una sorpresa: la blanca, muy blanca, desposándose con un negro, muy negro, fue el comentario general de sobremesa. "Todos pasaron por la iglesia y los que no, fueron a ver las fotos", comenta, divertida, esta mujer que no se resigna a haber perdido a su esposo hace ya 10 años, pero que mira la foto de Alejandro, su único hijo vivo, mulato y hermoso, que toca música y canta con un deleite incomparable.
"Es que cuando volvimos de aquellas mecas de estudios de posgrado, como era Munich -dice Picotti- nos preguntamos qué debíamos pensar nosotros mismos, a partir de nuestra experiencia. Pero entonces advertimos que en verdad no conocíamos la propia historia, porque no nos la habían enseñado; por ello comencé a bucear en las culturas que hacen a nuestra identidad, concretamente en las indígenas que habitaron también el valle del Río Negro."
Y acá vendrá la primera de muchas sorpresas que nos regalará a lo largo de la charla: "Daba clases de filosofía, pero me planteaba todo desde la perspectiva de cómo pensar aquí las grandes cuestiones, el hombre, sus prácticas, historia y cultura, llegando de este modo a preguntarme si en realidad aquí no hay negros, como solía decirse. Cabe recordar que cuando se le preguntó a un ex presidente argentino qué pasaba con los negros en su país respondió que ese problema lo tenía Brasil". Subraya la palabra problema como una de las que tenemos que desterrar del lenguaje: las demás se las dirá a esta cronista durante la charla.
¿Y por qué con su esposo decidieron radicarse aquí y no en Africa?
Por las guerras y en general la difícil situación que viven los países africanos.
A través de la investigación, Dina se dio cuenta de que la presencia negra era más importante de lo que se solía aceptar y que el aporte a todos los aspectos de nuestra vida e historia era tan doloroso como inconmensurable. Y dice: "Por ejemplo la palabra «tango», entre otras, es de origen africano y la invisibilidad que se produjo fue tal, que ya nadie se acuerda de que Carlos Gardel tenía un guitarrista negro".
"La Argentina empezó a negar a los negros por el hecho de estar relacionados con la esclavitud, y a mí me interesaba rescatar el valor que tuvo y tiene su presencia, porque toda cultura significa una experiencia humana irreemplazable. Entonces, no reconocer una cultura significa perder una parte importante de la historia humana, es impedir nuestro auto- reconocimiento".
Dina dice todas estas cosas con una sencillez llamativa y se concentra para dar respuesta en alguno de los muchos objetos africanos que decoran su casa. Asegura que una buena parte de la población argentina tiene impronta africana, aunque no lo sabe o quizá no quiere saberlo.
"Se lo advierte en diversos rasgos físicos y culturales, yo lo veo", y cuenta que, por ejemplo, el artista uruguayo Carlos Páez Vilaró seguramente tiene antepasados afro.
"Es que mirá, gran cantidad de esclavos negros ingresaron en el Río de la Plata por el puerto de Buenos Aires a través de diversos asientos, a los que hay que agregar los que venían de contrabando y que luego eran repartidos por el interior hasta Chile y el Perú. En algunos países, esas comunidades se mezclaron menos, pero aquí hubo un intenso cruce entre blancos, negros e indios, y se fue perdiendo el color.
¿Se sabe cuántos negros había en la Argentina hace 200 años?
"Se supone que un tercio del total de la población de Buenos Aires colonial era negra, y las estadísticas del centro, oeste y norte de país superaban el 50%, en ciertos lugares, como Santiago del Estero, llegaba al 90%, pero después ya no se los registró en los censos. Esperemos que este año se pregunte claramente por el origen del encuestado para poder apreciar si ascendió del 5 o 6% la actual población de color, que se estima según una prueba piloto hecha hace un par de años. "
¿Qué pasó? No desaparecieron simplemente a causa de las guerras y las pestes, como se afirma; se mezclaron, dice Picotti, y aclara que el así llamado "cabecita negra" venido del interior tenía en buena parte ascendencia negra. Agrega que hay bastantes datos, entre ellos una cerámica precolombina existente durante ocho siglos, que testimonian ya una relación precolombina de culturas negras con las nativas de América.
"Además de la presencia esclava tuvimos luego una inmigración importante de Cabo Verde durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y desde los años 90 una inmigración reciente africana y afroamericana que procede de diversos países, por ejemplo, hay más de 1000 senegaleses, que sólo se involucran con sus pares, viven en hoteles y suelen tener la familia en su continente."
Las referencias de Picotti son tan interesantes que es difícil no caer en la muletilla de preguntarle qué palabras o qué costumbres hemos incorporado de la negritud. Y siguen las sorpresas: palabras como "tango", "zamba", "mucama", "marote" o la expresión "fulo de rabia" son de origen negroafricano; el arroz en la comida, la percusión en la música, el 2x3 que está en el ritmo del folklore y los ritos animistas, aunque ésta es otra de las palabras que Dina quiere desterrar del lenguaje, porque supone desconocimiento desde una visión eurocéntrica. "Quienes fueron rebajados a esclavos, enviados como frente de choque a las guerras, empleados en condiciones inhumanas en toda suerte de trabajos, supieron sin embargo devolvernos canto y danza, que son lenguajes superiores."
Y habla de los tambores que, dice, llegaron a ser la voz de los sin voz, "un lenguaje convocante. Y la danza. Los niños negros antes de aprender a caminar danzan, es el lenguaje por excelencia, porque es expresión de vida. Pienso que hay un subsuelo negro entre nosotros, que se manifiesta de diversas maneras, incluso en las síncresis religiosas, donde por ejemplo cada santo cristiano tiene su correspondencia africana.
Dina y su hijo conocieron a sus familiares africanos mucho tiempo después de que Camara y ella se casaran. Fueron a Angola, Mali, Guinea y vieron lo bello y la riqueza humana y natural de esa tierra, pero también la devastación y la pobreza. Años más tarde, el ingeniero Camara volvió a su continente a construir colegios, rutas y puentes, y regresó también dolido de ver tanta corrupción interna y externa que mantiene a la población en condiciones inaceptables. "Continúan así -comenta Dina- la familia tiene tierras, pero apenas subsisten, sin servicios sociales básicos; no he regresado desde entonces."
Ya es tarde, Picotti acompaña a La Nacion hasta la puerta, pero se detiene para mostrar en el escritorio una foto de su esposo. Hay, todavía, un deseo irrefrenable de verlo en este instante, unas ganas contagiosas de acercarse, pero se contiene y sólo saluda. Y queda sola. En esa casa con tantos espíritus...

Perfil- Dina V. Picotti de Camara:
Doctora en filosofía
Quién es: se doctoró con una tesis sobre la superación de la metafísica como tarea histórica en Martin Heidegger, dedicó gran parte de su vida a estudiar la presencia negra en la Argentina y en América, cómo se originó y se manifestó en cada uno de los aspectos de nuestra vida y cultura. Ha editado una docena de libros sobre esta temática y es investigadora en temas de filosofía contemporánea, filosofía de la historia y pensamiento latinoamericano. Se doctoró en Filosofía en Munich. Estuvo casada con un ingeniero guineano, padre de sus tres hijos.
Es directora de su Instituto de Pensamiento Latinoamericano y Directora del doctorado de Filosofía del mismo claustro. Ha sido coordinadora de la Maestría en Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de la Matanza.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1313289
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Agradezco a Cecilia Galera por avisarme