jueves, 25 de septiembre de 2008

Territorios Negros en las ciudades (I)

El blog del pai Milton de Xangô de Montevideo reproduce una nota del diario uruguayo El Pais sobre el estado actual de la construcción en lo que era el ya mítico conventillo Medio Mundo (a veces lo escriben todo junto, a veces separado). Aunque el énfasis de la nota (aquí reducida) es sobre la "desidia de la burocracia montevideana", la situación no puede sino recordar a esas novelas de Steven King en las que quienes viven encima de cementerios indígenas no tienen paz,
A continuación de la nota reproduzco otra del blog de la comparsa LaFigari en la que se describe brevemente el proceso de destrucción de los conventillos negros montevideanos.
Como veremos en otras entradas, no es un proceso privativo de Montevideo, claro....
(La Maldición del Medio Mundo)
La vida solitaria en el medio mundo
Barrio Sur y Palermo. El complejo habitacional Medio Mundo promete ser una excelente solución de vivienda. Aunque está totalmente vendido, sólo una pareja pudo obtener las llaves.
RENZO ROSSELLO
El Medio Mundo está pronto para estrenar. Pero sólo una joven pareja vive en el complejo. Consiguieron su apartamento luego de un "mano a mano" con la burocracia del Hipotecario. La felicidad de la casa propia ensombrecida por la extraña situación.
"Lo que más extraño es no tener vecinos, no saludar a nadie, aunque sea para pelearse por tener la música alta", dice Carlos Dotta (33), medio en serio, medio en broma. Desde hace ocho meses él y su esposa son los únicos habitantes del viejo/nuevo Medio Mundo.
El conjunto habitacional de 44 apartamentos luce sus mejores galas, pero es un anfitrión frustrado: casi nadie viene a visitarlo. Aparte de sus solitarios copropietarios, los serenos, el policía de guardia y poco más.
La antigua puerta de Cuareim 1080 ya no existe. La entrada permanece clausurada por chapas; cualquiera que pase por allí creerá que la obra en el viejo conventillo todavía sigue. Nada menos cierto. Desde hace poco más de dos años la nueva estructura del Medio Mundo espera con silenciosa resignación la llegada de sus habitantes. Y la espera sigue.
Por ahora las calles internas, los pasos elevados, los amplios patios comunes lucen vacíos, desolados. Además de Carlos y Karina sólo los serenos y el policía que cumple el 222 recorren la mítica media manzana otrora bulliciosa, animada por el llamado cadencioso de las lonjas. El joven matrimonio que reside en uno de los apartamentos del cuarto piso del complejo no conoce a quienes serán sus futuros vecinos. Hace pocos días una futura copropietaria estuvo recorriendo el lugar y, por un momento, Carlos y Karina creyeron que por fin "inaugurarían" vecina. Los días pasaron y no hubo más noticias de la nueva residente. De no haber tenido la urgencia de vivienda -por la que pagaron su reserva hace más de seis años-, el Medio Mundo continuaría siendo una enorme y fantasmal estructura a unas cuadras del Centro.

Pero la falta de vecinos en el complejo trae otros problemas. El óxido empieza a ganar terreno, por ejemplo, en los sombreros de las elegantes farolas y en los puentes metálicos que unen varios cuerpos del edificio. La humedad también gana espacios en las paredes menos expuestas a la luz solar. Entre tanto, Carlos y Karina tienen esperanzas de pasar las fiestas de Navidad y fin de año con nuevos vecinos. Por ahora, disfrutan de un medio mundo para sí mismos.
Las cifras : 8 Años hace que comenzó la obra de reciclaje en el antiguo conventillo Medio Mundo, la obra quedó concluida en 2006.
44 Es la cantidad de apartamentos con que cuenta el complejo. En la planta baja hay una decena de locales comerciales para estrenar.
Una obra accidentada : El complejo habitacional Medio Mundo comenzó a construirse en marzo de 2000. La crisis de 2002 llevó a la quiebra a la empresa constructora, cuando la obra estaba avanzada en un 70%. El terreno sobre el que se levanta el ex conventillo fue avaluado en US$ 170.000. Para la obra de reciclaje el BHU invirtió 88 millones de pesos.
El boleto de reserva tenía un valor de 300 U.R., alrededor de $ 4.000 para quienes lo firmaron a partir del año 2002.
El complejo tiene un total de 44 apartamentos, 40 son unidades de dos dormitorios y cuatro de un dormitorio. La obra iba a preservar el aljibe que se encontraba en el patio central del viejo conventillo. Finalmente se eliminó. Llevaría también un mural del pintor Páez Vilaró, que no se realizó.
Texto: El País Digital

Medio Mundo y después…..
Hasta diciembre de 1978, el conventillo de Medio Mundo —ubicado en la calle Cuareim 1080, en pleno barrio Sur de Montevideo— fue uno de los núcleos más importantes de la cultura afrouruguaya. El escaso valor residencial del barrio como consecuencia de su permanente exposición a los fríos vientos del Atlántico, hizo que la zona fuera principalmente poblada por uno de los sectores de más bajos recursos: los esclavos libertos. Otro importante punto de concentración cultural similar fue el conventillo "Reus al Sur" de la calle Ansina, en el barrio Palermo. En estos barrios vivieron principalmente los descendientes de aquellos africanos traídos como esclavos al Río de la Plata, y que a lo largo del siglo XIX fueron obteniendo una endeble y precaria libertad, resignificando el acervo cultural de sus ancestros en la nueva realidad americana que vivían. En los conventillos se hacinaban en baratas piezas de alquiler, formando panales humanos, compartiendo prácticas y realidades comunes que les permitieron convertirse, pese a las desfavorables condiciones, en importantes actores sociales y activos protagonistas de la historia, capaces de crear cultura y dejar un importante legado que aún perdura. Ese concentrado aglutinamiento de una población con fuertes raíces, con historia y tradiciones similares, y con necesidades y penurias comunes, acabó transformando a los conventillos de Ansina y Cuareim en los principales centros de irradiación cultural afrouruguaya, donde la negritud —caracterizada esencialmente por la música de tambores— latía con incontenible fuerza. Allí nacieron las principales modalidades del candombe existentes en el Río de la Plata, que constituyen actualmente las más representativas, tanto en su práctica cotidiana como en el Carnaval y las Llamadas.

Fotografía de Alvaro Sanjurjo Toucon "conventillomediomundo.blogspot.com" Prohibida su reproducción sin autorización del autor.

Estos importantes centros donde se mantenía enérgicamente viva la identidad, la memoria y las raíces, se convirtieron en una seria amenaza para la historia oficial, esa malhumorada señora a quien no le gusta discutir con la realidad. En diciembre de 1978 y enero de 1979, los conventillos de Cuareim y Ansina, respectivamente, fueron demolidos por el gobierno de facto, alérgico a toda manifestación popular. El Gobierno sostenía que los negros y sus tambores empobrecían la ciudad, y que no podían vivir en el centro de Montevideo porque perjudicaban su particular atractivo turístico e inmobiliario. Los militares desalojaron forzosamente a los vecinos y derribaron las edificaciones para que sus habitantes no pudieran volver. Trece años atrás, en 1965, también había sido desalojado el conventillo de la calle Gaboto, en Cordón Norte, otro importante punto de efusión cultural afrouruguaya, que luego fue utilizado como cuartel de policía.

Fotografía de Alvaro Sanjurjo Toucon "conventillomediomundo.blogspot.com" Prohibida su reproducción sin autorización del autor.

Después de su demolición, el lugar donde estuvo el conventillo de la calle Ansina fue utilizado como playa de estacionamiento, mientras que el terreno de la calle Cuareim permaneció baldío. Actualmente, en el mismo terreno donde estuvo el conventillo Medio Mundo se está construyendo un edificio con capacidad para 44 departamentos. Curiosamente, la obra va a mantener algunos detalles estéticos que tenía el conventillo y el patio conservará el mismo aljibe. Pero los antiguos vecinos, pequeño detalle, no podrán volver desde las periferias a las que fueron expulsados. La dictadura se llevó el vecindario. Pero no se ha podido llevar el candombe. En Montevideo, el candombe sigue convocando a los tambores. Los tambores siguen convocando al candombe y congregando gente. Los murales pintan la historia y revitalizan los barrios. Las expresiones populares que latían en los conventillos siguen poblando los rincones y las calles de la ciudad, y ya no se restringen a un color de piel determinado sino que pertenecen a todo el pueblo, como un ejercicio de resistencia que no ha podido ser erradicado.. Los conventillos pueden haber sido demolidos, pero más allá de las paredes que hoy ya no están, Ansina y Cuareim constituyen en la actualidad el escenario más concreto de práctica y reivindicación de la negritud uruguaya. A partir de la demolición física de aquellos bastiones culturales, Ansina y Cuareim se han convertido en un patrimonio intangible que ningún poder de turno podrá arrancar ni prohibir. El candombe representa hoy una importante manifestación de identidad, memoria y resistencia, y se enarbola como un valioso ejercicio de afirmación y construcción comunitaria. Luego de casi 30 años del derrumbe de los conventillos, el Gobierno terminó asumiendo la decisiva contribución de los afrouruguayos a la identidad nacional y declaró el día 3 de diciembre como Día Nacional del Candombe, fecha en que se demolió la histórica edificación de Medio Mundo.
Texto: Latitud Barrilete

Fuente de los textos: http://egbetibaayin.blogspot.com/
http://lafigari.blogspot.com/2008/05/medio-mundo-y-despus.html

Fuente de las fotos:
Las tres primeras:
http://www.montevideo.gub.uy/fotografia/sala/musitelli/musitelli_00_f18.html
(fotógrafo Ferrucio Musitelli, tomadas en 1954)
Las últimas dos -prohibida su reproducciòn sin permiso expreso-:
http://conventillomediomundo.blogspot.com/