viernes, 1 de febrero de 2008

Ebo Eje (I)




Feira de Sao Joaquim, Bahía, enero de 2008

"Una de las bases de las religiones de cuño africano sistematizadas en América es el sacrificio de animales para agasajar a las divinidades. La sangre es un poderoso vehículo de ashe que permite a la divinidad recuperar las fuerzas agotadas en la conservación del mundo, y de acuerdo a este principio el o los animales ofrecidos deben corresponder simbólicamente a la naturaleza de ésta, siendo sanos, vigorosos y preferentemente jóvenes o en la plenitud de sus facultades. En su elección habrá tres elementos que revisten importancia absoluta: sexo, color y especie. Naturalmente, en un tipo de culto que posee un oráculo sagrado para negociar constantemente con las potencias sobrehumanas, la divinidad será consultada para saber el animal que se debe ofrecer y por descontado el oráculo no desmentirá la clasificación tradicional. Como regla general el animal sacrificado será del mismo sexo del orisha para que la sangre y los iyanlé (vísceras en las que se concentra el ashe) puedan ofrecerle una renovación precisa de su virilidad o femineidad conforme al caso. "
Del libro Ipadé, del Babá Milton de Xangô, Òséfúnmi ti Sàngó Bàáyin

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